Architettura Sonora - Altavoces únicos de la Toscana

Texto: Olaf Adam; Fotos: Architettura Sonora
Este artículo apareció originalmente en 0dB - La Revista de la Pasión N°3
Ars Vivendi - Difícilmente hay una región que se asocie tanto con el proverbial estilo de vida italiano como la Toscana. ¡El paisaje! ¡El vino! ¡La comida! ¡La gente! ¡Y ahora también: los altavoces!
Identificar los altavoces de los que aquí se habla como tales no es tan sencillo. Hay que mirar muy, muy de cerca, y aun así es probable que quienes no estén al tanto no reconozcan que estas obras de arte elegantes hechas de hormigón y piedra no solo son bonitas, sino que también cumplen una función acústica. Pero esa es precisamente la idea de Architettura Sonora: los creadores de esta marca italiana quieren dejar que la música hable por sí sola. Según la situación, debe acompañar, conmover o entusiasmar. Sin que la tecnología visible distraiga o incluso moleste.
Obras de arte sonoras

Para que esto funcione, primero se necesita tecnología, y de la mejor calidad. En este caso, se trata de los transductores especialmente desarrollados de la empresa matriz B&C Speakers, uno de los mayores fabricantes de chasis de altavoces del mundo. Los productos de B&C están presentes en sistemas de sonido profesionales en todo el planeta, y muchas marcas reconocidas confían en B&C Speakers como proveedor. Sin embargo, lo que Architettura Sonora hace con estos chasis tiene poco que ver con la construcción tradicional de altavoces. Todo comienza con los materiales utilizados, incluyendo diferentes tipos de granito y el famoso mármol de Carrara, que ya valoraba Miguel Ángel y que se extrae a solo una hora en coche de la sede de la empresa. Pero incluso el simple hormigón se transforma en manos de hábiles artesanos italianos en una obra de arte sonora. Enriquecido con diversos pigmentos, adoptando la forma de una esfera, un cubo o un cilindro. Con un sonido envolvente único y uniforme que parece venir de todas partes y de ninguna a la vez.

Los modelos robustos de hormigón o piedra, debido a su aspecto único, también se utilizan con gusto en interiores, pero se recomiendan especialmente para uso en exteriores, como en el jardín, la piscina o la terraza. Allí resisten durante todo el año al viento y al clima, y hasta ganan en belleza ante los elementos a los que están expuestos: con el tiempo desarrollan una pátina auténtica que perfecciona su camuflaje como ornamento de jardín.
Sonido envolvente

El transductor propiamente dicho se monta en todos los modelos de piedra u hormigón en la parte inferior. De este modo, el chasis está protegido de las inclemencias del tiempo. Sin embargo, esta construcción permite sobre todo el característico sonido envolvente de los altavoces de Architettura Sonora. Porque un altavoz convencional, por muy bien que esté oculto, siempre se puede localizar acústicamente. Aquí, sin embargo, un cono hecho del mismo material que el cuerpo superior distribuye el sonido de manera uniforme en todas las direcciones. Así, un solo altavoz ya llena un área considerable; si se combinan dos o más, la ilusión acústica es perfecta incluso en el jardín más grande. Sin fuente visible, la música acompaña en todas partes: discreta, pero siempre presente.
Persona y máquina

Los altavoces, esculpidos artísticamente a partir de materiales naturales, se fabrican en Architettura Sonora en su mayor parte a mano. Así, cada ejemplar es una pieza única, marcada por los millones de años que la naturaleza necesitó para crear el material de partida y por la pasión de artesanos experimentados.
Se utilizan también máquinas y técnicas de producción modernas, pero hay cosas que una mano humana experta puede hacer mejor que una máquina. Porque cada pieza de mármol, cada bloque de granito, cada forma de hormigón tiene sus propias características y particularidades, a las que hay que responder durante la fabricación. El tiempo y los costes no importan. Lo único que cuenta es el mejor resultado final posible.
Arquitectura para los sentidos

Forma, función, ejecución artesanal y, por supuesto, el sonido: Architettura Sonora considera todos estos aspectos con igual importancia y los combina de una manera única. Así se explica también el nombre de la marca: el sistema de sonido como parte integral de la arquitectura, no como un elemento extraño añadido posteriormente. Así, Architettura Sonora crea una belleza que es mucho más que una apariencia bonita. Una belleza que encuentra su plenitud en el uso, por ejemplo, cuando los invitados de una fiesta en el jardín disfrutan de la música, pero no ven ni un solo altavoz. Aunque quizá hayan estado toda la noche justo al lado de uno.
Galería Architettura Sonora:











